ARGUMENTO HISTÓRICO

FIESTA DE MOZOS
La singularidad de una tradición ruseña.

ACTAS DEL VII CONGRESO DE CRONISTAS DE LA PROVINCIA DE JAEN
Andújar 2002

Artículo publicado con el total consentimiento de su autor D. Diego Ramírez Poyatos - Cronista Oficial de la Villa de Rus, al que le agradecemos su total y desinteresada colaboración.


INTRODUCCIÓN
Cada penúltimo domingo de septiembre, Rus celebra la más singular de cuantas fiestas hay en su extenso calendario de conmemoraciones. Se trata de la “Fiesta de Mozos”. Esta fiesta tiene dos partes bien diferenciadas, pero a la vez unidas íntimamente. Por una parte, los actos religiosos organizados por la Hermandad del Santísimo Sacramento. Destaca la procesión de la Santa Custodia, privilegio otorgado a Rus, y que se realiza por segunda vez en el año y con el mismo esplendor y solemnidad que en el tradicional Corpus. Por otra, la parte profana que se lleva a cabo los tres días siguientes y sus atípicas “máscaras”, auténtica fiesta popular y en la que, de forma espontánea, los ruseños salen a la calle para expresar su ingenio, sus burlas o críticas simplemente para divertirse y dar rienda suelta a su espíritu y a su cuerpo.

SITUACIÓN HISTÓRICA
En el siglo XVII (el de la decadencia) España estaba embarcada en la aventura de europa Central con constantes guerras agravadas con emigraciones a América, con un comercio en descenso, con el inicio del agotamiento en las minas de oro americanas y con alteraciones climáticas con años muy secos. Todo ello tuvo una serie de consecuencias: la economía se resiente, aumentan los impuestos, desciende la población, Europa se une contra la hegemonía española, se succeden estrepitosas derrotas militares, se pierden los ideales, escasean las cosechas y la población empieza a pasar hambre, hay reveliones ante los pósitos, los campesinos abandonan sus escasas posesiones y se lanzan a la mendicidad. El desgobierno interior llega a su punto culminante en manos de favoritos incapaces y ambiciosos a quienes los monarcas entregan el poder.

En esta situación, y en 1675, es declarado mayor de edad Carlos II (un ser enfermizo y que había dado claramente muestras de deficiencia mental). España con Valenzuela de válido, se debate en la guerra del Franco Condado. Tres años después se firma la Paz de Nimega por la que España perdía el territorio en pugna. Don Juan José de Austria, hermanastro del monarca, accede al poder. Con el rey convrtido en una simple figura decorativa, la reina madre confinada en Toledo y el país a la deriva, pronto se frustran las expectativas reformistas. En 1679 muere el hermanastro del rey y le sustituye el Duque de Medinaceli. No logra tampoco cuajar sus sinceros afanes reformistas. Luis XVI siguehostigando a España. Su tercera guerra con España finaliza en 1678 (Tregua de Ratisbona) con una pérdida importante para España: Luxemburgo.

En 1685 Medinaceli cede las Riendas del gobierno a Oropesa, reformista como él, y, como él también, deseoso de poner punto final a una crisis insostenible. También falla; pués Luis XIV no deja de presionar a España y Europa comienza a darse cuenta del peligro que entraña el celoso afán imperialista de Luis XIV. Se intenta frenar esos impulsos hegemónicos con la liga de los Augssburgo (Austria, Suecia , Alemania , España, y mas tarde Holanda, Inglaterra y el Papado). SE inicia asi una nueva guerra en 1689 que acabará en1697 con la paz de Riswick. A partir de ese momento el Rey Sol cambia de extrategia: pues Carlos II no tiene descendencia y tiene mucho interés en conseguir el trono español para su nieto Felipe de Anjou.

Toda esta agitación guerrera repercute en los pueblos. Rus había accedido a la independencia de Baeza en 1628. Para ello, había conseguido préstamos desorbitados con sus bienes de propios y una economía tambaleante debido a los plazos redimibles y a sus intereses que solicita el Duque de Besar. A esto se le sumaban los gastos de levas militares de reclutamiento (que en nuestro pueblo se lleva a cabo en 1676) y los impuestos municipales sobre la carne,el pescado y artículos de abacería (en Rus tenemos constancia de los repartimientos entre sus vecinos en (1680, 1683, 1687, 1690) tras ser aprobados en cabildos abiertos. Y cuando todo esto es insuficiente, se recurre ala dehesa de Martín Ciruela, acordándose que”se talen las encinas para hacer carbón y con ese dinero hacer frente a los impuestos ordinarios y extraordinarios (Mayo de 1690)”. Si a los tributos apuntados añadimos la esterilidad de los tiempos debido a las alteraciones climáticas del siglo XVII, las epidemias y el hambre, la estampa no puede ser mas desastrosa.

PESTE BUBÓNICA
El origen de esta peculiar efemérides se remonta a la época reflejada. Por la ”Historia de Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe” publicada por Diego Espinosa de los Monteros y Raya en 1705, sabemos que las comarcas de Baeza y Úbeda sufrieron grandes pestes y epidemias. Dice así:
“La epidemia extendida por toda Andalucía entró en el año 1681 en nuestra ciudad de Úbeda por el contagio ocasionado por un poco de ropa que trajo de Baeza un marchante de la calle Valencia...”

En el archivo municipal de Rus, y en la sesión capitular de 18 de febrero de 1683, se refleja lo que sigue:
“Se procede el repartimiento de la cobranza de doscientos ducados para pagar la guarda de salarios que ganó el oidor Francico Rodríguez de la Cruz Carvajal, cuando estuvo en la guarda del contagio”

El contagio fue por “peste bubónica”, llamada así porque a los afectados les aparecía un tumor en los gánglios linfáticos de las axilas e ingles y tenían hemorragias subcutáneas, por lo que también se le conocía por “peste negra”. No se sabe por qué extraña razón se propagó entre los jóvenes. Veinticinco,según los estatutos de la Hermandad del Santísimo Sacramento, fueron los mozos que, uno tras otro, dieron con sus huesos en el campo-santo ubicado entonces en la iglesia. La población ruseña se vio seriamente diezmada , además de que cundió el miedo y el pánico. Ante semejantes tragedias y por las ausencia de medios sanitarios, los villanos optaban por las procesiones rogativas. Y así ocurrió en Rus

La tradición oral ruseña cuenta que la epidemia cesó y que los mozos que se salvaron decidieron conmemorar dicho acontecimiento disfrazándose para dar rienda suelta a su alegría. Siguió celebrándose en los años sucesivos e incluso se formó una cofradía; pues en 1689 tenemos recogido un litigio entre los priostes, el Consejo de la Iglesia. Aquellos manifestaron no tener medios económicos para continuar la tradición; pues argumentaban lo siguiente: “...lo que toca a misa y procesión es obligación de la Iglesia y por lo que toca a música, danzas y otros gastos y regocijos que se sirven hacer debe ser del cargo del Concejo”
El Concejo , que está obligado económicamente por los censos y sus intereses solicitados para conseguir la Real Jurisdicción y el título de villa, se niega a colaborar. Al mismo tiempo, dentro de la cofradía hay partidarios de no introducir innovaciones.

Ante la negativa, tanto del consejo como de la Iglesia, los cofrades encuentran la solución y la plasman de la siguiente forma:
“...que se hagan limosnas para que no se pierda la tradición".

La “Fiesta de Mozos” siguió celebrándose y así encontramos en el “Catastro del marqués de Ensenada”, fechado en enero de 1753, y en su “Libro de Declaración General al Interrogatorio y Libro de Maestros de Legos”, como aparece la celebración de este suceso con el nombre de “Santísimo Sacramento-Fiesta del Desagravio” y tiene una aportación municipal de treinta y tres reales. También a lo largo del siglo XIX se sigue celebrando e intentó ubicar la feria solicitada en los últimos meses del reinado de Fernando VII en los “los días 20, 21 y 22 de septiembre; porque no hay otra en los pueblos circunvecinos y además en dicha época, y por privilegio particular que tiene esta villa de inmemorial tiempo,se celebra una solemne fiesta al Santísimo Sacramento, llamada de Mozos, en que sale públicamente la procesión y a cuyo religioso acto concurren muchas personas de los pueblos limítrofes”. (Sesión de 9 de Mayo de 1833).

PRIMEROS ESTATUTOS
Aunque la cofradía data, como ya ha quedado expuesto, de finales del siglo XVII; los primeros estatutos no se plasman en documentos hasta 1880. Están aprobados por el entonces obispo de Jaén, Manuel María. Constan de veinticinco artículos. Hé aquí un resumen:
Nace esta Hermandad para perpetuar la fiesta y con un número restringido, sólo la formarán veinticinco, como los mozos afectados por la epidemia; y han de ser naturales de Rus o que lleven residiendo al menos doce años. Como es obvio, no podrán pertenecer a ella los que no “procesen públicamente la Santa Religión, Apostólica y Romana, los blasfemos, los escandalosos, ni los que se encuentren inmersos en pecados públicos, ni los que no reciban anualmente los Santos Sacramentos de Penitencia y Comunión”.

Cuando un hermano sustituía a otro por causa de muerte, debía encargar tres misas, a seis reales cada una: Dos por el hermano difunto y la otra por todos los hermanos fallecidos.

A la fiesta religiosa del penúltimo domingo de septiembre, han de asistir todos los hermanos a no ser por causa de enfermedad o ausencia.

Las obligaciones de los hermanos vienen expuestas en el artículo décimo-octavo. Dice así:
“Están obligados los hermanos a confesar y comulgar el día del Jueves Santo, y si ese día no pudiera hacerlo por enfermedad o ausencia, queda obligado a dar noticia al Hermano Mayor el día que reciba estos Sacramentos, que será dentro del tiempo Pascual, probándolo con la correspondiente cédula firmada por el párroco. El mismo día de Jueves Santo los hermanos están obligados a la vela y oración continua durante el tiempo de la exposición del Santísimo Sacramento”.

Igualmente, están obligados, según consta en el vigésimo-primero de los artículos “a asistir al Santo Vático al sonido de la campana desde la oración de la mañana, hasta la hora de las Ánimas;  quedan exentos de esta obligación los que se encuentren enfermos o que estén en las ocupaciones de su estado, oficio o profesión; pero de ninguna manera los que se encuentren en diversiones , tertulias, recreos, visitas o reuniones de amigos”.

Para los que no cumpliesen y se averiguara su negligencia, sin causa justificada y probada, se le imponía una sanción de una peseta y si era reincidente a lo largo de tres veces, se le expulsaba.

Cuando algún hermano fallecía, la Hermandad le costeaba de sus fondos un entierro de segunda clase . Se debía asistir hasta la última morada.

Si había que administrarle el Santo Vático a su hermano o a cualquier sacerdote, se debía asistir “sin pretexto de ocupación de ningún género”.

Por último , se debía de fomentar el culto, adoración y fervor dando, en todas partes, ejemplo de amor, celo y veneración al Santísimo.

Hasta aquí la parte piadosa; pues la que habla del “Domingo de Mozos”y de su fiesta, aparte de la asistencia obligada; se refiere a la financiación. Sesenta reales era la aportación de cada uno de los veinticinco integrantes. No se podía gastar mas, y si se deseaba era el proponente el que corría con el gasto extraordinario. eso sí, se aceptaban aportaciones, iguales a la cuota establecida, de feligreses devotos. A los hermanos que, por su situación grave y extrema, estuviera en la penuria; se le dispensaba de la cuota anual durante el primer año y hast otros dos mas, si persistía la mala situación económica. Pasado dicho periodo, se nombraba nuevo integrante que sustituía al indigente.

LAS MÁSCARAS
A la parte religiosa se le suma la parte más carnavalera y jocosa. A lo largo de los tres días siguientes de esta singular celebración, el ruseño sale a la calle. No importa la edad. DE forma expontanea parodia cualquier acontecimiento local, provincial o internacinal o simplemente se coloca una máscara y remueve en el baúl para encontrar cualquier cosa que le sirva para disfrazarse y mofarse de sus vecinos con el consabido”mascarilla que no,que no me conoces”. Mientras tanto, a los les embarga una sensación de extrañeza e incredulidad por lo que están viendo: una versión ruseña del típico carnaval; pero al final del verano o el inicio del otoño. Es esto lo que le convierte en único. Luego cuando escuchen a los grupos, chirigotas o comparsas aplaudirá su ingenio, su espíritu mordaz y el humor sano de sus letras

FINAL
La “Fiesta de Mozos”, única en la provincia y en todo el país, ha perdurado hasta nuestros días a pesar de los cambios políticos; pues unas veces se potenciaba más su parte religiosa y otras sus “máscaras”, dependiendo de la ideología gobernante; pero la clave de su mantenimiento está en el profundo arraigo popular que ha gozado desde siempre , pues no en vano lleva el sello de identidad del auténtico espíritu ruseño: acogedor, ancestral; pero a la vez abierto a las innovaciones; derrochador de energía y emprendedor innato.La “Fiesta de Mozos” conjuga perfectamente el sentido religioso y pagano en unas fechas atípicas, epílogo veraniego o prólogo otoñal según el calendario,y de ahí su singularidad.